La exportación y la importación son dos factores muy importantes a tener en cuenta en cualquier país. Y decimos muy importantes porque son fundamentales para nuestra economía y con esta no se debe jugar. Tenemos que exportar e importar correctamente y para ello tenemos que aprender a hacerlo. Todo el mundo que decida intervenir en estos quehaceres tiene que ser consciente de las consecuencias tanto positivas como negativas que pueden conllevar. Exportar o importar no es tan sencillo como algunos se piensan y no se puede hacer a la torera hay que tener la mente abierta y la lección aprendida. ¿Creéis que en España lo hacemos bien?
Antes de nada, vamos a explicar unos puntos que puedan desconocer algunos de nuestros lectores. ¿Qué pasos hay que seguir para exportar o importar? En primer lugar, se debe estar inscrito en el Registro Especial de Operadores de Comercio Exterior (REOCE) del Ministerio de Economía y Competitividad para así poder solicitar la autorización oportuna para las operaciones de exportación e importación, de los materiales, productos y tecnologías a las que se refiere el Real Decreto 2061/2008, de 12 de diciembre (modificado por el Real Decreto 844/2011, de 17 de junio). Y para ello hay que tener en cuenta si se trata de un particular (persona física) o de una empresa (persona jurídica).
Como muchos ya saben en economía, la importación es el transporte legítimo de bienes y servicios nacionales exportados por un país, pretendidos para el uso o consumo interno de otro país. Estas permiten a los agentes económicos adquirir productos que en su país no se producen o cumplen unas características más seductoras que las del propio país como por ejemplo que sean de mayor calidad o sean más baratos. Por otro lado, la exportación es el tráfico legítimo de bienes y/o servicios desde un territorio aduanero hacia otro territorio aduanero. En definitiva es cualquier bien o servicio enviado fuera del territorio nacional. A efectos prácticos se denomina exportación / importación si la transferencia se realiza hacia países fuera de la Unión Europea o países terceros. Si se trata de transferencias con países comunitarios, es decir, en el seno de la Unión Europea se denomina expedición / introducción.
En España se busca constantemente nuevos mercados, evidentemente de países emergentes, para exportar nuestros productos y servicios con el objetivo de encontrar una oportunidad que quizá en nuestro país no tengamos. Esto sería estupendo si también se hiciera a la inversa es decir también tendríamos que ser capaces de importar ideas que funcionan y ser capaces de adaptar las normativas a conceptos que funcionan fuera y pueden ser una oportunidad en nuestro país. Si no lo hacemos así, estamos haciendo el trabajo a medias. Muchas veces nos llenamos la boca de innovación, de ser pioneros y de hacer las cosas de forma diferente pero a la hora de la verdad no tenemos la mente suficientemente abierta como para apreciar y apostar por productos o servicios de otros países. La mayoría de las veces nos tiran para atrás las propias normativas de nuestro país, las cuales también tendrían que hacerse un lavado de cara.
La exportación requiere de una baja inversión y permite a los administradores tener un control operativo mayor, sin embargo, exportar también significa perder control sobre el marketing de la empresa. A medida que una empresa crece, la oportunidad de exportar es cada vez mayor. Y aunque a día de hoy, las empresas más grandes son las principales exportadoras, las empresas pequeñas también están desarrollando estrategias de exportación para entrar en el mercado de otros países. Pero todo ello también lo tenemos que enfocar al revés y ver la importación como un mundo lleno de oportunidades siempre y cuando la gestión se realice correctamente. Por ello animamos a las empresas a luchar por estas oportunidades que a día de hoy se nos escapan.
