Hoy en día, tenemos muchas opciones a la hora de ir a comprar cualquier producto o contratar cualquier servicio. Vivimos una era de abundancia en la que el consumidor tiene muchas facilidades para encontrar lo que busca y el vendedor, por el contrario, tiene muchas dificultades para diferenciarse del resto. En estos tiempos, no sobreviven los más fuertes sino los que son capaces de adaptarse a los cambios.
Imaginaros un negocio familiar que lleva muchos años en el mercado con una clientela fija y de pronto se encuentra vendiendo la mitad de lo que vendía antes. ¿Cómo podría adaptarse a los cambios esta familia? Imaginaros una tienda de ropa en la que antes entraba mucha gente y ahora está cada día prácticamente vacía. ¿Qué medidas tiene que implantar este negocio para remontar? Nadie tiene la solución exacta a esta pregunta pero lo que es seguro es que si no hacemos nada, todo seguirá igual. Tal y como dice un proverbio chino todo camino, por largo que sea comienza con un primer paso.
Tenemos que mirar alrededor nuestro y observar cómo ha cambiado la sociedad. Ahora mismo, todo el mundo tiene puestos los ojos en Internet. Vosotros mismos, ahora estáis navegando por una página que por el motivo que sea os ha resultado interesante y le estáis dedicando unos minutos. Incluso es probable que tengáis abierta más de una pestaña y estéis pendientes de varias cosas, entre ellas las redes sociales. No podemos obviar el gran impacto e influencia que tienen a día de hoy. Tenemos que tener en cuenta que Internet también ha influenciado en el consumidor y en sus hábitos de compra. Cada vez son más frecuentes las compras online pues quizá ese sea el primer paso del que hablábamos antes para adaptarse a los cambios y sobrevivir o mucho más que eso: hacer crecer el negocio.
Volvamos a los dos ejemplos anteriores e imaginaros el cambio que supondría para estos negocios introducirse en la red y dar la opción a los navegantes de comprar sus productos online. Sus negocios no están adaptados para recibir la visita de cientos de personas, en cambio, en Internet todo es posible. Imaginaros el cambio que supondría que todos estos ojos que cada día ven páginas y páginas online, también pudieran ver estos dos negocios. Por ejemplo en el caso de la tienda de moda que pudieran ver la ropa online y probársela con la última innovación, los probadores virtuales.
Saber lanzar un negocio online es ya una necesidad para iniciar cualquier proyecto y una buena medida de adaptación para aquellos que fueron creados años atrás. Lanzar un negocio a la red es sencillo, no requiere grandes inversiones y las barreras de entrada son fáciles de salvar. Aunque la competencia en la red es alta se puede destacar si ofrecemos servicios diferenciados y de calidad, además de generar confianza en los usuarios. Si podemos hacer algo, hagámoslo, seamos proactivos e intentemos diferenciarnos al máximo de la competencia. Así que diversifica: monta tu negocio.com
