Los Millennials son críticos, exigentes y volátiles. Han retrasado etapas de la vida adulta, como el compromiso laboral y el matrimonio. Valoran la participación y la colaboración, prefieren compartir a poseer y exigen nuevos valores como la transparencia, la sostenibilidad y el compromiso social. Pero sobre todo, son nativos digitales que dominan como nadie las tecnologías de la comunicación.
Nacieron con todo y vivieron una lujosa infancia de niños cuando sus padres, pudieron darles cuanto necesitaban y algún que otro capricho. Se dieron de bruces con la cruda realidad cuando ante la crisis, todo aquello en lo que habían soñado ser, se esfumaba. Se les llamó la generación perdida y más tarde se empezó a hablar de millennials, aquellos nacidos entre 1980 y el 2000.
Ellos lo tienen claro respecto al trabajo, prefieren estar en un empleo que les guste o no tener empleo, a estar a disgusto en un trabajo que odian y cobrando mucho. Luchan por lo que creen y tienen una mentalidad abierta a vivir experiencias de ocio que haga su vida más feliz. Prefieren ser productivos en el trabajo y tener tiempo para todo, salir , ir de viaje, conocer nuevas culturas, y probar nuevos sabores.
Los millenials y el concepto foodies
Estudios destacan que la alimentación es uno de los centros de interés de los Millennials, que disfrutan de la buena comida y la creatividad en la cocina. Son considerados foodies por su especial predilección y conocimiento por todo lo que se refiere al ámbito culinario, desde el conciso conocimiento de la temporalidad de los alimentos, sus diversos orígenes, características organolépticas, hasta los procesos de obtención, las diversas técnicas culinarias y recetas.
Los millenials han traído a la mesa una forma distinta de disfrutar la gastronomía Clic para tuitearHan traído a la mesa una forma distinta de disfrutar la gastronomía con la inclusión de características esenciales de su época, como la tecnología. Las redes sociales, la calidad audiovisual y la innovación han puesto en sus manos herramientas fundamentales. Internet ha permitido tener un espacio donde buscar, proporcionar y acceder a información sobre lo que consumen, pero sobre todo consultar y contrastar las experiencias de otros usuarios.
La posibilidad de reunir en un artefacto electrónico la cámara para documentar, el medio donde compartir su opinión, y las páginas web o apps con guías y referencias directas de los lugares cercanos o potenciales a donde dirigirse, ha sido altamente relevante.
Esto no deja atrás su interés por la calidad del producto, tanto para comer en casa como fuera. Son un público mayormente interesado en consumir un producto de calidad que sume a su intención de mantener un estilo de vida saludable. La mayoría del tiempo buscan opciones que mantengan una línea de consumo sano, respetan las exigencias de su cuerpo, las diferentes dietas como celíaca, gluten free, vegetarianas, veganas, libres de azúcar, bajas en sodio, entre otras; y valoran el producto local, orgánico. Todo en pro de mantener una alimentación que responda a un estilo de vida sano.
Salud y medioambiente son para ellos la misma cosa. Lo que es bueno para mí, ha de ser bueno para el planeta, sostienen. Los Millennials se declaran fans incondicionales de las compañías que practican la responsabilidad social y no les importa pagar más por sus productos.
Otro aspecto interesante es que les encanta descubrir las historias de los alimentos. De ahí que buena parte prefiera comprar en mercados locales y descubrir al frutero, pescadero… que les hable sobre lo que están adquiriendo. Esta necesidad también se aplica a los restaurantes. Cuanto más les cuenten sobre lo que hay en el plato, mucho mejor.
Cuando hablamos de gustos, se inclinan hacia las combinaciones exóticas, los sabores fuertes como los asiáticos, la creatividad de la cocina fusión y lo clásico de la italiana. La mezcla de tipos de cocinas y países reúne razones para compartir con amigos, comer fuera de casa y disfrutar de la mezcla de culturas encontradas en la gastronomía.
Comer con las manos está de moda
Resaltan, además, por ser desenfadados en cuanto a protocolos en comparación con las generaciones anteriores, que han resaltado por su respeto a la etiqueta. Los Millennials disfrutan de comer con las manos, de la informalidad, sin perder la calidad. Los lugares de tipo finger food les resultan muy amigables. Se trata de no dar espacio a las formalidades sino al disfrute.
Comer a tiempo o a deshora es una de las características que se adapta a su estilo de vida. Parte de esto lo vemos reflejado en el auge de brunchear los fines de semana con amigos, con propuestas más interesantes que aporten a la experiencia.
No obstante, a pesar de que les encanta disfrutar la propuesta externa, muchos disfrutan cocinar y comer en casa. El hecho de cuidar su alimentación les inclina más hacia la cocina casera o los lugares donde se cuide el producto, como antes se ha mencionado. En este sentido, ya no es una tarea doméstica que corresponda a la mujer. Igualados en condición, a la hora de cocinar en casa este rol se comparte y se disfruta.
Sin duda, es un público interesante que disfruta de las propuestas gastronómicas actuales, la evolución… que está informado y sabe lo que quiere. Un segmento sustancial con nuevas características, necesidades y demandas que conviene conocer por las repercusiones y transformaciones que exigirá a las empresas de todo el mundo en un futuro… no tan lejano.