La cocina, como muchas otras cosas, ha ido evolucionando a lo largo de los años. Ahora, la cocina es mucho más que el lugar donde cocinar los alimentos para saciar una de las necesidades básicas del ser humano.
La cocina, como espacio diferenciado, apareció en el siglo V a. C., conservando un marcado carácter religioso. El propio hogar donde eran cocidas todas las viandas era también utilizado como lugar de culto a los dioses lares. Las cocinas romanas estaban muy bien equipadas, disponiendo de lavadero, horno de pan, cisterna, trípodes de bronce, cavidades para picar las especias, etc. En el siglo XX, debido a los progresos en iluminación, los conceptos de decoración y la aparición de los aparatos de refrigeración, se fue integrando la cocina al resto de la casa. Fue a mediados de siglo cuando debido a las limitaciones de espacio comenzaron a aparecer equipamientos más funcionales y comenzó la comercialización de cocinas ya equipadas.
Antiguamente era un espacio aislado del resto de la casa pero ahora se ha convertido en el eje de la socialización de la familia, como una sala de estar. Hoy en día, la cocina, es el espacio de la casa donde se pasa más tiempo. En ella hacemos cosas, más allá del simple hecho de cocinar. En la cocina hablamos sobre cómo ha ido el día, sobre la escuela de los niños, sobre el trabajo, sobre los temas que afectan a la sociedad, y en muchas ocasiones sobre la programación de la televisión y con ella las respectivas rabietas y desacuerdos. Muchas de las acciones que en otros tiempos se hacían en espacios como el comedor ahora se han desplazado a la cocina.
Por eso y debido a la gran importancia que actualmente tiene hay que decorarla y organizarla con un mimo especial porque en muchas ocasiones será el lugar en el que la familia pasará más tiempo. Los adelantos tecnológicos también se incorporan en la cocina para que esta sea lo más funcional posible. La forma de concebirla ha ido cambiando poco a poco pero siempre guardando las instalaciones más comunes e imprescindibles como por ejemplo los fogones (o una de sus variantes más modernas, vitroceramica de inducción), el fregadero y un espacio (mármol, silestone, etc) para manipular los alimentos. Poco a poco ha ido apareciendo el concepto de office en la cocina; ese espacio con una mesa y sillas dedicado a comer. El mobiliario y equipamientos de nuestras cocinas son reflejo del estado y transformaciones de aspectos sociales y culturales.
La cocina contemporánea, como segunda sala de estar, además de enriquecer la vivencia de nuestro hogar también consigue que se disfrute con la tarea de cocinar. Un espacio acogedor y una cocina práctica puede contribuir a que pasar tiempo en ella cocinando sea una tarea placentera, experimentando nuevos platos y cocinando con mimo las comidas de cada día, en lugar de optar por la velocidad de precocinados o microondas. La cocina ya no es el sencillo lugar donde hacer la comida… es mucho más!