Las ostras están consideradas como uno de los mariscos comestibles más apreciados. Estos moluscos marinos son casi circulares, de formas distintas y pueden vivir hasta 30 años.
Hay diferentes especies aunque una de las más conocidas es la Ostrea edulis. Algunas de estas especies son capaces de producir perlas con el paso del tiempo. Estas piedras preciosas se forman, con el tiempo, a partir de partículas que se sedimentan en la ostra. Existen diferentes tipos de perlas dependiendo del sedimento acumulado.
Muchos de nosotros habremos buceado alguna vez con la esperanza de encontrarnos una ostra, pero no una ostra cualquiera sino una que lleve en su interior el esperado regalo. Pues no hace falta que sigamos soñando despiertos. Existe un lugar en la Polinesia francesa en el que se ofrece a los turistas bucear por 80 euros y recibir a cambio un obsequio mucho más apreciado, una ostra con una perla en su interior. En el atalón de Fakarava (islas Tuamotu) basta con bucear a unos tres metros de profundidad del agua, a 40 metros de la orilla, para hacerse con una ostra de gran tamaño. Estas aguas son ricas en ostras que guardan perlas muy codiciadas. Recolectarlas es la nueva oferta del turismo en Tahití. Aunque este negocio depende del azar, el premio puede ser muy apetitoso ya que algunas perlas superan los 13.000 euros.
Las ostras se compran siempre vivas y se consumen generalmente en crudo, con o sin limón. Para comprobar su grado de frescura basta con observar cómo se encoge al entrar en contacto con el limón. Su preparación es muy sencilla, y hay que abrirlas limpiando bien su interior.Se las localiza adheridas a las rocas o enterradas en la arena y próximas al litoral, a una profundidad máxima de 70 metros. Obtienen su alimento del fitoplancton. En el caso de no encontrar nada en su interior no hay que menospreciarla pues la ostra es un manjar y su consumo es privilegio de unos pocos al tratarse de un artículo de lujo y de elevado coste comercial. Alcanzan su tamaño comercial a los tres años, y los ejemplares adultos pueden llegar a tener hasta 10 centímetros de diámetro.
Se suelen emplear platos especiales con seis cavidades para su presentación en la mesa. Se colocan abiertas y sobre un lecho de hielo picado junto con un trozo de limón, y en algunos sitios se acompañan de salsa perrins, pimienta y tabasco. Un placer que por desgracia no está en boca de todos.