Los canales de venta tradicionales ya no sirven para entender las relaciones comerciales de hoy. En el sector retail, como sucede en otros sectores, la aparición de la venta telefónica y, sobretodo, la venta por Internet ha cambiado totalmente el concepto. Ahora, las grandes cadenas amplían los puntos de venda y saben que el marketing, la publicidad, las nuevas tecnologías y el contacto directo con el cliente son canales a explotar.
Con la llegada de las redes sociales la experiencia del consumidor cambia radicalmente cada segundo. Ahora el cliente es social y tiene más información para exigir el mejor producto, con la mayor calidad y al menor precio. La desinformación ya no es excusa y cualquiera con cualquier dispositivo sabe dónde puede encontrar lo que busca y puede elegir no conformarse con lo que le ofrece la tienda de toda la vida.
La conectividad es vital
Es por todo ello que el sector retail no escapa a las tendencias mundiales en tecnología y, concretamente, de la móvil. La necesidad de conectividad es vital. Por un lado, para la experiencia del consumidor hay que tener todo el producto circulando por los nuevos entornos. Para el empresario, las nuevas tecnologías le solucionan importantes preocupaciones como el manejo de los inventarios. Grandes empresas han fijado su atención en cómo la utilización de software avanzado puede impactar positivamente en la cadena de abastecimiento. También en el ámbito del retail esta tecnología beneficia a la gestión del almacén, la prevención de pérdidas y la mejora en la experiencia del cliente.
La logística habitual del retail puede convertirse en un auténtico problema. Es aquí donde la tecnología genera grandes avances. Si un establecimiento tiene que recibir un importante encargo, con radiofrecuencia y un buen software podemos saber a distancia qué tipos de productos recibimos, el origen y cuánto tardará en llegar, entre otras variables. A gran escala estas pequeñas particularidades se convierten en logros esenciales. Pero lo cierto es que para conseguirlo es necesaria la inversión económica. De forma que contaremos con tecnología si apostamos fuertemente por ella día a día. El futuro va en esta dirección y, como bien saben, nadie se puede escapar de la innovación. Y es que innovar es ya un sinónimo clarísimo de liderar.
Tendencias de futuro
Hacer una síntesis de en qué dirección continuaran evolucionando las pautas de consumo es algo prácticamente imposible. La mayoría de los elementos avanzan a gran velocidad y constantemente aparecen nuevos factores de cambio. Lo que sí que es cierto es que aumenta la velocidad de transmisión de datos en todos los sentidos. Así pues, será habitual ver como se popularizan los probadores virtuales, los escaparates interactivos y otras aplicaciones menos predecibles, que las habrá. Si ahora ya hay decenas de aplicaciones que facilitan la implicación de las amistades virtuales en la compra a través de las redes sociales, seguro que veremos ampliar el número y las posibilidades de éstas.
Se tiene que estar listo, porque antes o después la tecnología entrará en los locales. Clic para tuitearSe acabará la oferta general para pasar a una personalización de los precios y las ofertas. ¿Cómo se podrá hacer esto? Pues con los datos compartidos en las redes sociales se tendrán que personalizar las ofertas en función de los gustos, las amistades del cliente potencial, el historial de compra y de la relación con la marca. La geolocalización será decisiva en este aspecto. Los posibles cambios no acaban aquí. Se tienen que valorar también las posibles etiquetas inteligentes, las pantallas flexibles y otras tecnologías que podrán cambiar la manera de entender el retail. Se tiene que estar listo, porque antes o después la tecnología entrará en los locales. Y lo hará con energía, llevándose por delante todo aquel que no esté al día.
